Desde que el mundo es mundo, siempre se ha encontrado a
personas que no acaban de cuadrar con la forma de ser de uno y que, por “h” o
por “b”, la confrontación se masca en el ambiente. Todo en el universo esta
empecinado en que estas confrontaciones existan y desde siempre nos lo ha
dividido todo en dos partes: norte y sur, yin & yang …
Los enemigos pueden ser de diferentes grados y por diversos
motivos, dentro de los diferentes grados podemos encontrar fundamentalmente las
siguientes clases:
-Adversarios: Es lo que viene siendo una serie de personas, en las
que el odio hacia ellas tampoco es muy
elevado, no se les desea tampoco mucho mal, más bien, que desaparezca de en
medio, pero tampoco con excesiva violencia.
Estos son todos aquellos que nos entorpecen con su presencia
o su comportamiento, nuestro objetivo final.
-Archienemigos: En este caso ya la confrontación viene a ser algo más
intensa.
En este caso no es
indispensable la violencia, pero esta se palma en el ambiente. Las razones que
llevan a la construcción de un archienemigo, van más allá de una simple manera de afrontar las cosas.
Estos traen consigo unas razones una miaja más serias
(amoríos, dineros…). Aquí ya si se empieza a desear algo de mal, incluso algo
con dolor.
-Archienemigos mortales: Este es el caso más extremo, aquí lo extraño es
que no haya guantazos y siniestros de por medio.
En esta ocasión, le
hemos dado una vuelta más de odio y de rencor que en el ejemplo anterior, obteniendo “un sin dios” de
malas formas.
En este caso, el contrario, se vuelve un objetivo invisible, y la manera de actuar es
como si este no si existiese, nada de saludos y demás, aunque a veces, esta
rabia interior se acumula por encima de los límites, en este punto, es cuando vienen los “madre mías” y vuelan
las ostias.
Aunque muchos lo crean, los enemigos no son malos ni mucho
más lejos, siempre que la confrontación con éstos sea de una manera sana y
positiva, y las ostias no sean la bandera de ésta aleación, no vamos mal del
todo.
El enemigo nos hace
ser mejor persona y esforzarnos a tope, porque claro, si no hay peligro el
humano, que ya de por sí es vago, pues, si no tiene a nadie que le azuce, se
duerme. Aparte un buen enemigo nunca te defrauda.
No quiero que aquí algún lumbrera saque deducciones que no
son y diga que si estoy a favor de las confrontaciones… y demás. Porque queridos míos, yo estoy a
favor de una pequeña confrontación que le dé “mordiente” a la vida, pero una
confrontación “justica” para que luego te puedas ir a tomar algo con tu enemigo
sin que sea lo más raro del mundo.
Para todos los enemigos y enemistados les dedico este
castañazo:
http://www.youtube.com/watch?v=9obV__MFMaY
El consejo de la semana es :
La amistad se nota con actos, no con redes sociales y sonrisas.
Al igual que otras semanas podéis sugerir un tema para
destrozar en este blog y nuevamente agradecemos su colaboración a Elena R.P