Desde un tiempo a esta
parte la sociedad se suele preocupar más por la salud,
comportamiento este que hasta hace unos pocos años se
tomaba como algo extraño.
Ya es habitual que una persona se pida por
gusto un refresco sin azúcares, los gimnasios están cada vez más
repletos de gente y las zonas libres de tráfico se encuentra día a
día un número más frecuente de deportistas.
Este paradigma de salud
nos podría elevar a la satisfacción, si no fuese por las extrañas
garrapatas que muchas veces se adhieren a la búsqueda de la salud.
Ni qué decir tiene que
estar todo el día en el sofá comiendo garguerias no es bueno, pero
no mejor es el comportamiento que tienen las fieles recreaciones de “La
Masa” las cuales, obsesionadas por su cuerpo “perfecto”, no dudan
en meterse gallinaza en el cuerpo.
Otro de los obsesos por la salud
son esas “niñas” que se alimentan de humo( es la única
explicación que tengo para que sigan vivas ya que media hoja de
lechuga no te hace vivir pero tal vez el humo del tabaco si lo haga).
Un
rebaño
que también despierta en mi ser una sonrisa son los jóvenes
proyecto de algo, para el que no lo sepa me estoy refiriendo a esos
chiquillos que empiezan en el gimnasio con ganas de comerse el mundo,
que siguen durante los días laborables una estricta dieta y los fines de
semana se meten de “todo lo bueno”, estas contradicciones me
ponen engorilado
Claro esta que hay que
preocuparse por la salud , pero hacerlo de verdad, todas esas
obsesiones en el fondo sin darnos cuenta demuestran que la salud nos
interesa bien poco.
Señores como conclusión: tened cabeza.
Consejo de la semana: No
recuerdes sólo lo que te conviene.
Antes de que te percates
se entregarán los premios a la sensatez de este año. Así que id votando por quien pensáis que debe recibir tal premio.(no vale
votarse a uno mismo).
Agradecer
su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Hasta el próximo martes.