Hay que ver lo que ciertos utensilios dan de sí, pocos objetos
pueden decir tanto de la persona que lo lleva y de su estilismo, con solo
mirarlo, y es que un pequeño detalle en la gorra lo cambia todo.
Para empezar a meternos en harina debemos diferenciar dos gran
grupos, los que la llevan porque les es realmente útil y a la que lo llevan porque
son unos modernos, aunque de vez en cuando estos últimos también la llevan por
necesidad, pero ya harán ellos algo que pese a llevarla por que la circunstancias
del guion lo exigen son unos modernos.
¿Dónde han quedado las épocas donde las cajas de ahorros vestían
las cabezas de los pensionistas y demás trabajadores del campo?
Junto a los bolígrafos las gorras han sido durante años uno de
los puntos fuertes del merchandising, pero entre que las empresas han reducido fuertemente
sus gastos en esta parcela y la gente ya no pone cualquier cosa, las salidas al
campo al perdido colorido.
Volviendo al primer párrafo, no es lo mismo que lleves una gorra
a las doce de la noche que esa misma gorra mientras abres el tablacho para
regar, y así los ejemplos que se puede aportar son por lo menos, por lo menos
tres (infinitos).
La gorra no es cosa de broma aparte de proteger de los rayos del
astro rey también protege de inclemencias climatológicas como el frio, así que
bien sea gorro, gorra, boina…protégete
Es de educación descubrirse en sitios cerrados.
Abrígate bien.
No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos
vemos el próximo martes.