LA DELGADA LINEA DEL FRIKI

Muchas veces es la materia a tratar, otras es la afinidad que se le tenga a una persona, sea por H o por B la diferencia entre ser un friki y ser un experto.

Hay materias que ya tenemos muy asimiladas, y si escuchamos con fervor hablar sobre el tema, la gente -pese evadirse de la conversación dado su desconocimiento- siente hacía ellos un respeto máximo. Por qué claro está, una persona que habla sobre motores de explosión y sobre las yantas del último modelo de Mercedes, es un experto coches y capaz somos de necesitarlo en no mucho. Pero claro un experto en cómic, eso solo tiene un nombre: friki, raro, etc. Por qué claro, hay gustos que son más exóticos que otros, gustos que llaman más la atención del pueblo y conquistan más los corazones. Si yo digo que soy un experto en fotografía quizás alguna muchacha le llame la atención y quisiera hacerse un book, pero si le comento a una zagala que soy un experto en abono, no necesito de mucha suerte para probar su spray de pimienta.

Tu ríete de los frikis todo lo que quieras, ríete que ya lloraras cuando no se te descargue una película y pidas ayuda.

Hay que respetar a todo el mundo, que una cosa sea más útil que otra puede, pero que el experto en la cría de palomos también merece nuestro respeto, es una verdad como un templo.










Sé limpio.









No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.

¿SABES QUE LLEVAS UNA TETA FUERA?

POR MUCHO QUE CHILLES NO TE VEO

Es curioso como trabaja nuestro cerebro, el nivel de abstracción que podemos lograr muchas veces es absolutamente indescriptible. Que lo mismo paredes no podemos atravesar, pero lo que son personas, eso es ya otro cantar.

Es que la gente es realmente necia, se pensarán que por muchos aspavientos que hagan van a conseguir algo.

Aunque pocas, hay gente realmente despistada, que pasan por al lado tuyo y como no le metas un buen zarandeo no se percatan que estabas ahí.

Me gusta cuando voy por la calle a pocos metros de una persona, me cruzo de acera para no saludarla y la otra persona cruza, sólo con la intención de saludarme. Que tampoco es menester que hagas ese sacrificio, aparte ¿no te ha parecido sospechoso, ese cruce tan repentino?

Hay unos cuantos que su grado de antipatía roza lo obsceno, yo no sé que se creen, la cosa es que pasan por tu lado con la cabeza bien alta y ni te saludan ni nada y luego cuando les conviene eres su superamigo del alma.

La gente no se da cuenta que no hay que ser amigo de todo el mundo, que hay que poner filtros y cuanto más altos sean esos filtros más guay y mejor persona eres.

Consejo de la semana,  lee con detenimiento el post comprende la ironía y anda y mira, aunque sea una mala miaja.










Baila.











Dar las gracias Rocío Rodríguez Pérez. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.

NO CONOZCO A NADIE

PIÑA

No pienses tu que la broma es pequeña, catorce acepciones que tiene la susodicha. Hay que ver que rica es nuestra lengua, más que el fruto de la ananá.

Es curioso como cambia nuestro concepto de las cosas dependiendo del contexto, un ejemplo claro de ello es el fruto que hoy se trata; por ejemplo, si te digo que tengo mi habitación decorada con piñas que me he traído del caribe -aunque un poco loco- me envuelve cierto espíritu desenfadado y aventurero, si por el contrario te digo que esas piñas son de las Fuentes del Marqués el grado de locura crece enormemente, y no te digo nada si esas piñas han sido recolectadas de un señor bancal repleto de panochas, quizás en ese momento me dejes de hablar.

Una vez roto el hielo hablemos de un verdadero trauma de la juventud de los que hoy rondan los treinta años. ¿Por qué Gazpacho era una piña? Que fuese andaluz dado su nombre lo puedo comprender pero ¿realmente no había un nombre más adecuado o se trataba de la conspiración de algún modernista chef para incluir en la carta de su restaurante gazpacho de piña?.

Cuando algo es útil pues el cuerpo se te alegra y cuando lo mismo una cosa vale para regular la dieta después de un fin de semana de excesos, que vale como concepto para fusionar un equipo, a uno se le alegra el cuerpo de sobremanera.

La conclusión de esta semana está clara: la democracia es un error, por culpa de ella me he tenido que pelear con un tema sin sentido alguno, que en maldita hora lo propondría.

Recapacita antes de alterarte al hablar.

Dar las gracias Rocío Rodríguez Pérez. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.