miércoles, 21 de diciembre de 2016

GORRA



Hay que ver lo que ciertos utensilios dan de sí, pocos objetos pueden decir tanto de la persona que lo lleva y de su estilismo, con solo mirarlo, y es que un pequeño detalle en la gorra lo cambia todo.
 
Para empezar a meternos en harina debemos diferenciar dos gran grupos, los que la llevan porque les es realmente útil y a la que lo llevan porque son unos modernos, aunque de vez en cuando estos últimos también la llevan por necesidad, pero ya harán ellos algo que pese a llevarla por que la circunstancias del guion lo exigen son unos modernos.

¿Dónde han quedado las épocas donde las cajas de ahorros vestían las cabezas de los pensionistas y demás trabajadores del campo?

Junto a los bolígrafos las gorras han sido durante años uno de los puntos fuertes del merchandising, pero entre que las empresas han reducido fuertemente sus gastos en esta parcela y la gente ya no pone cualquier cosa, las salidas al campo al perdido colorido.

Volviendo al primer párrafo, no es lo mismo que lleves una gorra a las doce de la noche que esa misma gorra mientras abres el tablacho para regar, y así los ejemplos que se puede aportar son por lo menos, por lo menos tres (infinitos).

La gorra no es cosa de broma aparte de proteger de los rayos del astro rey también protege de inclemencias climatológicas como el frio, así que bien sea gorro, gorra, boina…protégete

Es de educación descubrirse en sitios cerrados.















Abrígate bien.















No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.

jueves, 15 de diciembre de 2016

SUSTO

Como dice un famoso disco, ante todo mucha calma, y es que esa una de la claves, la calma.

En el fondo el susto es un pudo ser y no fue, la cosa que el proceso del susto, nadie sabe que es un simulacro de algo malo.

Yo puede que sea por un espíritu infantil aún en mi interior, pero yo soy de los sustos provocados, dícese bromazos, no hay nada como un buen bromazo que te ponga el corazón en un puño. En el fondo es una forma de entrenamiento más, donde la capacidad de nuestro corazón se pone a prueba. Luego en el fondo aunque no lo creáis es una forma de estrechar lazos de amistad, porque a mí no se me ocurre pegar un susto a alguien que me caiga especialmente mal. Tal vez sea porque mi cristal este sucio pero observo cómo cada vez la sociedad deja más en el en desuso las bromas que impliquen cierta alteración emocional grave.

Claro está que hay actos que cuando unos es joven al criar eneros en su haber, estos se modifican de sobremanera, muchos de esos cambios se deben a lo inadecuado de ellos a ciertas edades, otros simplemente se producen porque sí.

Lo que no comprendo por qué ciertas personas tachan de insensato e inapropiado gastar bromas con susto incorporado a ciertas edades, ¿por qué hay personas que se empeñan en incorporar las mustiedad a la vida?

La vida no piensa así y nos gasta sustos sin importar la edad, por eso para afrontarlos bien acabare como empecé ante todo mucha calma.
Esta vez la conclusión os la dejo a vosotros, que ya demasiado tarde voy










Cuidado con los dulces.









Dar la gracias a todos los lectores, no ser tontos y proponer tema, hasta la próxima semana zanguangos. 

martes, 6 de diciembre de 2016

OCURRENCIA



         La originalidad se puede entrenar y puede haber ciertas fuentes que ayudan a esta habilidad, pero lo real que esta habilidad es innata, en parte se tiene o no se tiene.
 
Pero donde está la línea que diferencia una magistral idea de una locura de campeonato, tal vez uno de los aspectos más importantes para encontrar esta diferencia sea el nivel de ocurrencia de la persona que realiza el juicio.

La juventud tiene una ventaja, se lo concede mayor margen de error en sus actos, son jóvenes tienen tiempo para mejorar. Este en parte puede favorecer que estos arriesguen con sus comportamientos. Pero con el paso de los años él comportamiento tiende a encorsetarse y el miedo al ridículo se hace más presente en nosotros, a ciertas edades ciertos fallos y disparates no son bien vistos. Siempre con mesura y respeto  debemos huir de los prejuicios y buscar la tercera vía.

            Como dije anteriormente la ocurrencia en parte es una cosa intrínseca con lo que hay gente que si no es para nada original, pues tampoco le vas a pegar una paliza. Pero lo que quizás no sabremos nunca realmente con este grupo de personas, si no son ocurrentes porque no se les pasa nada por la cabeza o porque están cohibidas y tienen miedo a decir algo, no vaya a ser que se equivoquen y se rían de ellos.  

La conclusión es clara, no tengas miedo a ser ocurrente, se ocurrente.

 










Come sano.

 











No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.