Una buena ventana de luz y permite que este claridad en nuestras
vidas que falta nos hace. Una ventana no es un simple cuadro que muestra una
imagen, nos trasmite la realidad exterior y no es un televisor. Para muchas
personas debido a su comportamiento es un muro, una barrera que les protege que
tristemente les aísla donde la nulidad de interacción les mantiene alejado de
cualquier problema. Pero pese a que no hablemos con ellos a los maniquís de los
escaparates también se les ve.
Es importante tener limpio nuestro ventanal pese a que la
sociedad se empeñe incesablemente en ensuciarlo. Muchas veces suele pasar que
es tan progresivamente el proceso mediante el cual se ensucia que apenas nos
damos cuenta de lo que está pasando, solo sabemos que de repente un día ya no
vemos nada. El problema es darse cuenta
que no vemos y no creamos que realmente lo que hay que ver esa esa realidad difuminada
que nos deja entrever la suciedad.
Cual pescadilla que se muerde la cola uno de los mayores
problemas que presentan las grandes ciudades es la instalación masiva de ventanales.
Porque con mucho esfuerzo que pongamos es inevitable que estos se manche, quizás
deberíamos ser menos temerosos y salir de nuestra zona de confort rompiendo en
diversos trozos estos cristales, rompiéndolos sin miedo, rompiéndolos sabiendo
que el barro y polvo nos dará directamente a nosotros.
Conclusión que lo haya entendido me alegro ya que he empezado a
escribir y se me ha ido la pinza y he escrito algo totalmente diferente a lo
que tenía pensado.
Buen calzado.
No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos
vemos el próximo viernes. Si alguien lo considera oportuno y se siente con
fuerzas, sepa que el puesto de corrector ortográfico está libre.