miércoles, 20 de julio de 2016

SANDALIAS

Pues tibio gusto da cuando uno va por la calle y ve unos pies con mugre de una semana y unos uñates que he visto en mi vida mejillones mas pequeños.

No sabemos bien si por frío, vergüenza o costumbre, pero los hombres del norte de Europa son muy dados a acompañar las sandalias con unos bonitos calcetines blancos, no seré yo el que diga si eso esta bien o no, me limitaré a decir que es bonito.

Las sandalias son también una seña inconfundible de escasez en lo que se dice higiene. Cuando miras hacia el suelo y ves moverse un puñado de polvo dirigiéndose hacia tu persona, y conforme se acerca esa marabunta de polvo observas que debajo de todo hay unos pies. La sensación que entra en el cuerpo es indescriptible-

La sandalia un calzado ha priori sencillo y a temporal donde observamos innovaciones conforme van pasando los años. Tibio día más bien echado echo su inventor, poco contenta se pondría su señora esposa cuando este llegase a su casa y mostrase el invento.

La sandalia tiene una cosa bonita a destacar es que normalmente es de limpieza fácil, un mísero paño con una gótica de agua, se lo pasa uno por encima de las sandalias y están se quedan como si nada. Otra cosa no, pero estas cosas son de agradecer.

La sandalia al igual que la zapatilla de estar por casa han contribuido fuertemente a sacar este país adelante, facilitando la educación, mucho le debemos a esto calzado ya que la instrucción en el camino recto no es moco de pavo.

En definitiva la sandalia mola.











No refunfuñes




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Nos vemos la próxima semana.

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