viernes, 20 de enero de 2017

POR QUE DECIR…. CUANDO QUIERES DECIR….



Hay que ver lo poco dados que somos a decir las cosas con claridad, ingenuamente una parte de nuestro cerebro piensa que estamos engañando a alguien, cuando en realidad no es así.

Está claro que para trasmitir noticias negativas hace falta cierto tacto, pero estos arrodeos lingüísticos que realizamos son sobre cualquier materia, hemos entrado ya en una dinámica difícil de salir.

Son diferentes los escenarios donde solamos hacer estos pequeños requiebros al lenguaje:

            -Escusas baratas: Suele ser una manera suave de rechazar un plan, o de justificarnos ante algún hecho. Aunque en la mayoría de los casos queda clara la verdadera situación en ciertos casos puede ser una manera elegante de expresión.

            -Malas noticias. Quitando algún que otro enfermo, a la gente corriente no le gusta ser portadora de malas noticias, de ahí que cuando tenemos que encargarnos de esta misión adornemos un poco la situación.

            -Cosas normales y corrientes. Esta es la que más me saca de quicio y la que menos sentido tiene. Con ella parecemos hacer una alegoría a la situación vivida en la famosa nove la de George Orwell con el neolenguaje.  Donde las palabras negativas como malo no estaban en diccionario, con lo cual para decir que un restaurante es  malo, decimos que no es bueno, que no es muy bueno etc. En el fondo marear la perdiz tontamente porque nuestro diccionario si tiene palabras para definir esas situaciones.

Muchas veces queremos ser tan guais y tan chulos, que parecer que no la toquemos con papel de fumar. Mucha tontería es lo que sobra aquí.

Resumen: Las cosas claras y el chocolate espeso.














Come caliente.















No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo viernes. Si alguien lo considera oportuno y se siente con fuerzas, sepa que el puesto de corrector ortográfico está libre.

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