martes, 30 de septiembre de 2014

CAMARERO



Con más frecuencia de lo habitual nos cruzamos con estas personas soportadoras de nuestros disparates. En momentos de cordura, los cabalgadores de gin-tonic y taburetes de escay son alabados por la dureza de su trabajo y por todo lo que tienen que aguantar. 
Todos sabemos, en teoría, las cualidades que deben tener estos señores, pero cuando uno realiza una cruzada por los diferentes dispensarios de alcohol y tapas, se da cuenta de que ciertas cualidades son conceptos abstractos en vez de una realidad empírica.

Las cualidades que muchas veces copan el currículo de estos hosteleros son: la antipatía y la falta de modales.
Lo extraño no es que un camarero tenga cualidades tan antagónicas con el servicio al publico, lo realmente sorprendente es que los establecimientos donde se encuentra el "hábitat" de esta persona estén siempre llenos a rebosar. 
Algún extraño magnetismo envuelve a estos camareros, a los que la novedosa formula del mal servicio le da resultado.

Por mi parte, soy de adorar a estos verdaderos profesionales del servicio al público, ese incansable caballero de camisa blanca y mandil en la cintura, raudo, de memoria insaciable y perfectos modales. Aunque muchas veces la clientela no acompañe con su presencia.

Por otro lado, una batalla que tienen perdida estos señores es la de los cansinos y borrachos, estos sí que son insaciables con su capacidad para producir hartazgo. Tienen el cielo  pagado con estos energúmenos y es aquí dónde estos señores se sacan el máster que indica su profesionalidad.

Respeto y fuerza para los ingenieros de las tapas y las cañas.





















El consejo de la semana es : Compostura .






Agradecer su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Hasta el próximo martes..

No hay comentarios:

Publicar un comentario