No sé cuántos de los presentes habrán cursado cursos de
mecanografía, pero el primer ejercicio de las lecciones básicas de este arte
comenzaba con repetir un número considerable de veces la serie que da título a este post.
La mecanografía puede que sea de las cosas más feas que hay,
cosa que quita para que al día de hoy esta sea vital, pese a que muchos piensen
que mecanografía es saber escribir a máquina, mecanografía es saber escribir bien
en un teclado de modelo QWERTY, ya estén estos en un pc o en una cosechadora.
Aprender algo bien requiere mucho esfuerzo y sacrificio, todavía
la era de las tecnologías no ha llegado al punto que nuestros conocimientos se actualicen
cual si de un software se tratara, a no ser que seas un erudito de la materia, horas, horas,
horas.
La mecanografía es uno de los dos pilares clásicos de la educación
juvenil extraescolar para aquellos nacidos entre “Naranjito” y “Cobi”, el otro
gran pilar de esta generación era la natación.
La juventud de por si es dispersa, y estos tiempos de aludes tecnológicos más aún si cabe.
Los padres siempre en búsqueda de un futuro mejor para sus vástagos
buscan que estos tengan el mayor número de conocimientos posibles para que el
día de mañana su abanico de posibilidades profesionales sea mayor.
La conclusión es clara, el conocimiento es necesario , pero un
niño no puede ser sobrecargado con horas y horas de aprendizaje, ya que al
final es posible que lo aborrezca todo.
Fresco.
No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos
vemos el próximo viernes. Si alguien lo considera oportuno y se siente con
fuerzas, sepa que el puesto de corrector ortográfico está libre.
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