lunes, 11 de noviembre de 2013

MIEDO

Según la R.A.E. Dícese de:
-Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
-Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.




Desde nuestra más tierna infancia hemos crecido con el hombre del saco, el coco... personajes ficticios que sirven para asustar a los más pequeños y convencerlos de que realicen cierta tarea, bien sea comerse todas las verduras o hacer los deberes. Pero estos miedos no desaparecen si no que se modifican conforme vamos creciendo, los miedos son una forma de determinar nuestra madurez. Y según estos hayan evolucionado, de ese modo lo hemos hecho nosotros.


Todos lo hemos pasado alguna vez, y conocemos esa sensación de angustia, que, en ciertas ocasiones, como sucede con las películas del género, es una angustia satisfactoria en otras no es precisamente gozo lo que produce.


Diferentes son las clases de miedo que podemos encontrar. Una de las clases desde mi parecer más propagadas es el miedo social. Con este miedo me refiero al todo, el producido entorno al contexto social. Ejemplos de este miedo son miedo al rechazo social, miedo al fracaso. En sí, estos miedos vienen dados por la supuesta debilitación que puede sufrir nuestra imagen respecto a la sociedad, esto como ya comenté en post anteriores se soluciona con un chute de autoestima.


El otro tipo de miedo que no quisiera dejar escapar sin mencionar es el miedo por nuestra seguridad. Este miedo es el que nos hace ser racionales, el que nos ata en corto, no nos deja y todo el día por ahí haciendo el cabra y jugándonos la vida así como si nada. Pero hay que tener cuidado con este miedo, tampoco es necesario que tome las riendas totales de nuestra vida y nos deje inhabilitados en nuestra morada.


Y ya para ir cerrando esta pequeña clasificación querría hacer una pequeña mención a las fobias. Ese miedo insuperable a ciertas cosas, es un pequeño trastorno (aquí el que esté sano que lance la primera piedra). Fobias hay infinidad de ellas y depende el grado y cual se padezca específicamente puede limitar bastante la vida social del individuo en sí, por eso hay que tener mucho cuidado y atención a ellas y en caso de padecerlas ponerse en manos de especialistas.


El miedo sensato es necesario , nos hace actuar con cautela y nos ayuda a medir nuestros actos. En definitiva, una clara medida de sensatez. Pero hay que tener sumo cuidado y que estos miedos no se conviertan en una obsesión ya que ésta es totalmente contraria a la sensatez y nos llevará por el mal camino... El miedo nos puede hacer visitar nuestro lado más oscuro, nos trasmite un sudor y agarrota nuestros músculos. Cuando este se hace extremo es cuando nos mostramos como realmente somos y nuestra escala de valores se muestra más sincera.


Antes de acabar quisiera decir una cosa:
-¡¡¡¡uuh!! susto....






Ya quedan sólo dos meses para la fiscalización del final del año. Por lo que hay que ir pensado en la elección del sensato del año. En principio había pensado en lo siguiente:
1-Propusiereis nombres de candidatos
2-Si el número es muy elevado yo quitaría unos cuantos y los nombres saldrían nuevamente para la votación y elección final. Si el número es muy corto de ahí directamente elegiría yo al finalista.
Así pues? bien sea por comentario en el blog, por email a alascincoenlarepla@hotmail.com, o por comunicación directa conmigo, empezad a mandar vuestro candidato a sensato del año 2013. Tenéis hasta el 2 de Diciembre para tal fin.







Quisiera dar las gracias por su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Y al igual que en otras semanas invitar a todo aquel que tenga un tema en mente y quiera que se destroce aquí, que me lo haga saber

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