Debido a que somos seres
racionales, cuando decidimos actuar, intentamos que el resultado
sea lo mejor posible.
Claro, eso está muy bien, ya que no todo es
jauja.
No por pensar las cosas un par de veces significa que vayan a
salir bien, por eso hay lápices con gomas en el extremo.
Pero ¡Válgame un pijo!, en la vida real no es todo tan sencillo, uno no puede coger
y decir “ pues anoche parece que la lié parda, voy a coger la goma
de borrar para eliminar todo lo de anoche y actuar de nuevo”.
La
vida es mucho más emocionante en ese aspecto.
Dicho lo anterior y dado
que no queremos quedar mal, y que, normalmente, siempre tenemos un
objetivo, cuando actuamos solemos tener como compañera a la señora duda.
Esta no está mal, ya que nos hace ser más
racionales; y en contra posición, hay que tener cuidado, cogerle demás y que sea la duda la que nos posea.
Aparte de que la duda es
muy de poseer al humano antes de tomar la decisión, la muy
sinvergüenza, de vez en cuando, una vez actuado se pasea por nuestra
cabeza cuestionando nuestra decisión, y claro, al final estar rodeado
de tanta duda se puede convertir en un tormento.
Pero no debemos olvidar que hay que ser felices y eso se debe notar a la hora de
hacer algo.
Esto de actuar correctamente parece ser más
complicado de lo que se creía.
Queridos lectores, como viene siendo habitual en todos los aspectos, la mesura es la que
se debe imponer. ¿Hay que actuar con corrección? Pues claro alma
cándida, pero lo que no es menester es estar dándole siempre
vueltas a lo mismo, ahí, con el reconcome.
La duda es tan canalla
que no sólo nos asalta cuando actuamos nosotros.
La muy mala, cuando
es otro el que dice algo, empieza a ver si en vez de decir esto, ha querido decir lo otro, que si patatín que si patatan.
En definitiva, si
no atamos corto a la señora duda se nos puede quedar en el subconsciente ennegreciendo nuestra forma de ser.
Entonces, una vez dicho
todo esté capazo de disparates, vamos a ver si nos centramos un
poco y dejamos una serie de pautas, porque si no, vamos acabar
malamente:
1-Actuar con felicidad y
lógica.
2-Piensa las cosas un
par de veces(un par, no 68 pares)
3-Actúa de buena
conciencia pensado que estás haciendo lo mejor.
4-Si has hecho los pasos
anteriores debes estar satisfecho y si no gusta tu forma de
actuar, tampoco le gusta a todo el mundo lo mismo.
5-Cuando los otros hacen
algo tampoco hay que interpretar el mensaje 14 veces buscandole 3
pies al gato.
6-No se amarguen que la
vida son 4 dias.
Bueno yo creo que por hoy
está bien, feliz semana lectores.
El consejo para esta semana es : Orden.
Y al igual que en otras semanas dar las gracias a
Elena Rodríguez Pérez por su colaboración e invitar a todo aquel
que tenga un tema en mente y quiera que se destroce aquí, que me lo
haga saber.
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