martes, 11 de marzo de 2014

EJEMPLO



Aquellos que tienen hijos se quejan de que los modales de estos son cada vez peores, sus lamentos se basan en que la juventud cada vez es más violenta y carente de educación.
 Tal vez nos les falte razón y los niños de hoy en día tenga un punto de rebeldía bastante elevado. 
Pero esto no es una cosa que venga de la nada, como las leyes de la física nos enseñaron, en nuestra época escolar todo sucede por algo.
Si analizamos el comportamiento de las familias clásicas del siglo pasado, vemos que las figuras adultas en su comportamiento ponían grandes barreras hacía los niños, ellos tenían que marcar la rectitud continua y formar un ejemplo regio de comportamiento. 
Como ejemplo a la hora de actuar estaba bastante bien, pero tanta disciplina creaba un distanciamiento entre los adultos y los niños cosa que en parte era triste, ya que estos sentían que no contaban con nadie realmente cercano al que contarle sus dudas y temores del día a día.

La sociedad no ha sido esquiva a la evolución y también ha cambiado en sus formas de interacción con los demás. 
Ya no existe tal muro infranqueable entre el adulto y el niño, se ha tomado como un principio de la correcta educación que tratar de desde pequeños a los niños de un modo normal, como si fuesen adultos, les hace que progresivamente, sin darse cuenta, vayan entrando en el mundo adulto  sin esfuerzo.
Como hemos comentado anteriormente, ya no hay grandes barreras entre el mundo adulto y el mundo infantil, esto nos lleva a cierto relajamiento en nuestra forma de actuar. 
Parece que se nos ha olvidado que somos un ejemplo para los infantes, ya no mostramos tanta atención en nuestros actos cuando estamos rodeados de niños. Esto que creemos que es algo banal y sin apenas importancia, es una alma de doble filo, ya que por un lado nos acerca al mundo interior de los niños, pero por otro, puede que actuemos, de manera inconsciente, de un modo nocivo para los niños. Un ejemplo de esto último lo observé el pasado fin de semana en un encuentro de fútbol.
 Había un padre con su hijo y en las jugadas tensas y cargadas de polémica el padre no tenía miramientos de alzar su voz cargada de insultos hacia el árbitro o los futbolistas del equipo contrario. Sin darse cuenta este padre de estar insertando en su hijo un ejemplo de actuación para nada adecuado.
No cabe ninguna duda de que la eliminación de la gran barrera que separaba a los niños de los adultos es positiva. Pero eso no quiere decir que estos desde pequeños ya sean adultos. 
Debemos seguir atentos a nuestra forma de actuar, porque de manera inconsciente podemos estar insertado estímulos negativos en el subconsciente de nuestros pupilos. 
Hay que participar con los niños de todos los actos de la sociedad, hacerles partícipes lo más posible de la realidad que les ateñe y ayudarles a disfrutar de las posibilidades que la evolución nos ofrece, pero sin olvidar que tenemos y debemos ser ejemplo. 
Así,  y sólo así,  no nos quejaremos luego tanto del comportamiento los jóvenes.









El consejo para esta semana es : Se fiel a ti mismo.












Es posible que en breve cierre definitivamente este blog me lo estoy pensando seriamente
Y al igual que en otras semanas dar las gracias a Elena Rodríguez Pérez por su colaboración e invitar a todo aquel que tenga un tema en mente y quiera que se destroce aquí, que me lo haga saber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario