No sé si lo he comentado alguna vez, pero uno de mis
futbolistas preferidos de todos los tiempos es Carlos Roa. Un brillante portero
argentino que jugo en aquél Mallorca de la temporada 97/98 y sus convicciones
religiosas le llevaron a apartarse momentáneamente del futbol en 1998, para
irse a un retiro espiritual en mitad de las montañas argentinas y ayudar a los
demás.
La sociedad nos lleva a un ritmo desorbitado, hay que
ir a “to capullo” si no te quieres perder nada. Estudia, sácate una carrera, se
una persona de provecho, échate novia, cásate, ten hijos, se solidario,
indígnate con las injusticias, lee, ve al cine, disfruta de la vida…
Parece que siempre tiene que estar uno de buen humor
con una sonrisa en la cara y con ganas de jarana, malditos cabrones, ni
enfadarse le dejan a uno. ¡Hombre ya! que enfadarse un poco de vez en cuando
tampoco está mal, eso sí un poco (que se os da la mano y me dejáis manco).
La publicidad está siempre presente en nuestras vidas,
influenciando nuestra forma de pensar y por ende de actuar. Son tantos los
anuncios que nos han marcado, tantas las cuñas publicitarias en la retina... Me
pongo a pensar y a mi memoria se vienen grandes anuncios, por ejemplo recuerdo
uno famoso allá por la época de los 90 e incluso primero años del 2000 de
cierta marca de “chocolatinas”. “Tomate un respiro…”
No sé si alguno de los presentes, será aficionado al
running o a algún deporte medianamente exigente. De ser así éstos ya sabrán la
información que les voy a dar, en caso contrario ya se puede acostar hoy
contentos por haber aprendido algo. Resulta que cuando uno practica ciertos
deportes no es conveniente practicar estos todos los días interrumpidamente. Ya
que los músculos necesitan cierto reposo
y si no les damos algún día de asueto o disminuimos la intensidad, la
fatiga muscular puede derivar en una lesión.
Aunque todo lo anterior parezca un galimatías sin
sentido, los más avispados del lugar ya habrán visto por dónde van los tiros.
Si los músculos necesitan cierto descanso, ¿por qué
nuestra mente, no? Está claro, no nos van a salir agujetas en el cerebro, pero
ansiedad y cosas por el estilo, eso sí es más probable, sobretodo si tenemos en
cuenta lo comentado al principio. Que esta sociedad nos lleva un ritmo
estresante de acontecimientos. Por lo tanto, como bien comentaba la cuña
publicitaria, hay que tomarse un respiro. Y al igual que hiciese el famoso
portero argentino apodado “La lechuga” apartarnos un tiempo, puede ser beneficioso.
Aunque sea una perogrullada no está de más comentar que para tal fin no es
necesario irse a Argentina.
Así como resumen estar un tiempecico solo con nosotros
mismos nos puede venir de lujo, ya que relajamos nuestro espíritu y aclaramos
ideas. Pero un tiempecico no hace falta convertirse en ermitaño.
El consejo de la semana es: Lee.
Y al igual que en otras semanas dar las gracias a
Rocio Rodríguez Pérez por su colaboración
Pido encarecidamente sugerencias para escribir ya que
cada semana me cuesta más sacar temas.
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