Habrá mucho ingenuo que siga pensando que dado un plano, la distancia entre el punto A y el punto B es igual a la distancia entre B y A. Vaya tontaco si así lo cree, ya que la distancia es relativa y pese a que diversas compañías tecnológicas se encabezonan en reducir al máximo la distancia, la realidad es otra.
Es más bonito que todas las cosas y vale más que un potosí cuando una amistad a lo largo del tiempo sobrevive, pero otras veces nuestra falta de interés, dejadez o simplemente porque nos creemos hijos de la polla gorda lo fastidiamos. Analicemos más a fondo por qué a veces cuando uno está a tiro de piedra de un compañero la amistad se acaba enfriando y al final el contacto se pierde:
- Puede ser que estemos hasta las narices de la otra persona y a la mínima aprovechemos para darle esquinazo.
- Mañana si eso la llamo" y así en un bucle infinito con un final más que predecible.
- La circunstancia que más me emociona y la que demuestra mi tesis antes vertida sobre la distancia, son aquellas personas que nunca contactan con nadie, ellas son lo suficientemente chulas para ponerse en contacto con el mundo, su magnetismo hace que dado un plano la distancia entre el punto A y el punto B y la distancia entre B y A sea diferente. El problema que esta gente no ve es que al final B se cansa de ir a A.
Como conclusión ten un poco de humildad y mantén frescos tus contactos y amistades.
Baila.
Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez por la magnífica corrección aunque intente meter "morcillas" el post. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.
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