martes, 12 de enero de 2016

BOCADILLO DE ATÚN


              Después de una época donde los copiosos festines alimenticios eran el pan de cada día quizás a alguno le resulte poca cosa, pero nada más lejos de la realidad.

          Solemos ser como el tercer amo del Lazarillo de Tormes  aunque muchas veces sea innecesario.

              Raramente suponga el plato estrella de los numerosos programas de cocina que inundan nuestra televisión ni rapsodas recitaran hermosos versos respecto, carente de buena fama, menospreciado, tachado de ser un bocata infantil o de obrero, no quita para que un buen bocadillo de atún sea uno de los grandes placeres terrenales.

               Hay mucho merluzo que le resulta complicado esta elaboración, abrir una lata con abre fácil supone un reto para más uno, sin lugar a duda la tapa esta puesta a mala idea buscando cortar a aquel intrépido que se atreva a abrirla, eso es otra como se rompa el abre fácil ponte abrirla con esas herramientas arcaicas, y luego el aceite, casi un milagro salir indemne de él; pero en fin, el serrín también es necesario.

             Con mayonesa, son olivas, con tomate, con queso, diferentes formas y solo un objetivo disfrutar. Llegar a casa hasta las narices de todo, coger una barra rajarla de lado, vaciarle en su interior un par de latas de atún y espatárrate en el sofá a comer tranquilamente este manjar mientras te llenas de mollas de pan toda la camiseta y la zona cercana a los labios comienza a estar un pelín aceitosa, cerrar los ojos y decir: “ahhh”, mientras te acomodas en el sofá; eso es poesía.

            Conclusión: Cómete un bocadillo de atún y disfruta.



           




Al volante, atento con todo.









Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.

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