martes, 8 de marzo de 2016

AZADÓN


Mi padre, hijo de una España rural, decía no sin falta de razón, “tantos inventos que hacen, no se por qué no hacen una azà con mando a distancia”. Desde mi ignorancia pienso yo que quizás se deba a que los señores “inventores” no son mucho de trabajar la tierra.



Muchas veces he hablado desde aquí que si el gran conocido esto, el gran desconocido aquello, pero ningún utensilio se merece tan fuertemente ese apelativo, como ejemplo la votación que ha dado como resultado el tema a tratar esta semana, puedo apostarme mis bienes sin miedo a perderlos, que pocos de los votantes realmente han tenido relación directa con él, pero claro es un utensilio rural y eso, extrañamente, siempre hace gracia. Seguramente se puedan contar con los dedos de una manos aquellos que no han sido víctima de callos, en esta parte del cuerpo humano que estamos utilizando para contar. Como decía es rural y todo lo rural es gracioso aunque lo realmente cómico seria ver a más de uno trabajar con él, desde la soledad y protección del portátil o móvil muchos se reirán de mí infravalorando el valor de manejar una azada, ante gente así no hace falta defensa, acepto sus risas de buen agrado.



Olvidándonos del aspecto laboral que acompaña a este utensilio, y tal vez sea culpable de su fama es, desde un punto de vista literaía su faceta de arma, usada insensatamente en grandes disputas por lindes y mi favorita: su utilización como herramienta educativa.



La conclusión está clara, aquí lo que sobra es tontuna.









 Baila













Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes

No hay comentarios:

Publicar un comentario