Si hay algún venezolano en la sala sepa que no vamos hablar
sobre emborracharse, otra vez será.
Rascarse suele ser un término que normalmente se enfoca
desde un término negativo. para empezar socialmente
no está bien visto realizar esto en público. Por otro lado, la lírica social
solo encasilla este verbo en la negatividad “estar todo el día rascándose los
cojones”…
Puede haber algún lector que piense que rascarse bien, sea
una habilidad menor. Yo no quiero imponer nada, pero diría que este señor lector
se encuentra alejado de la verdad. Rascarse no es empezar a pegarse restregones
ahí, a loco, cual si no hubiese mañana, rascarse bien requiere de cierta
violencia controlada enfocada al alivio.
Yo no digo que haya que estar todo el día rascándose en público
cual si fuésemos un perro tratando de expulsar las pulgas de sí. Simplemente comentar que rascarse es una acción
que tenemos tan interiorizada que hacemos cientos de veces al día, es una cosa
muy necesaria, si no probad a estar un día entero sin rascaros ninguna parte
del cuerpo.
Nuestra mente y
nuestro cuerpo es bastante hija de puta, basta que tu estés en cierto momento
comprometido, donde nos puedas hacer uso del arte del que trata este post, que
empieza a picarte todo el cuerpo, cuando más comprometido internamente estás, más aumenta este picor. Para que veáis
lo cabronazo que es nuestro cuerpo. ¿Cuántos de vosotros os habéis
rascado aunque sea poco durante la lectura de este post?
Para acabar os dejo una recomendación musical https://www.youtube.com/watch? v=Hea_91kLIgA
Hidratarse no es beber mucha cerveza
Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez su colaboración ene
el blog. No ser tontos y si hay algún
tema que os inquieta proponerlo para que lo trate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario