En el día de hoy, mi parrafada se centrará en dos
grupos familiares en concreto.
El primero en
abordar son los primos, con los que suelen crear unos lazos afectivos de
gran importancia, sobretodo, cuando la edad es similar a la nuestra.
Son como una
mezcla perfecta entre amigo y hermano. El hermano siempre es más cercano
a una especie de autoridad, y el amigo sólo relacionado con la
diversión, se unen en la figura del primo haciéndonos participes
de momentos realmente mágicos.
Por otro lado y debido a una recomendación hablaré
de los sobrinos.
El tema de los sobrinos tiene más miga de la que
parece en un principio.
Comenzaremos analizando la alegría por el
alumbramiento, en muchos casos, las personas que reciben la noticia de
que serán tíos, se cubren de gozo y alegría. Si tenemos una mirada
perspicaz cabe preguntarse el por qué de esta satisfacción.
Muchas veces, esta alegría viene sobrevenida por nuestro espíritu
altruista y, al ver a un ser querido, nos llenamos de gozo, nos
contagiamos de este estado de animo y en otros casos, la
satisfacción es como algo más personal. Quizás en este segundo
caso, la ilusión y el entusiasmo vengan relacionados con esa frase “
los sobrinos, son como los hijos pero sin responsabilidades”.
Quizás en nuestro interior tengamos la necesidad de volcar una
pequeña parte de nosotros al mundo.
Tal vez, este sea un pequeño
ensayo para marcar nuestro devenir.
En cambio, esta satisfacción
puede, sin lugar a dudas, mostrar al mundo unas ganas locas de tener un
vástago.
Una vez que ya hemos divagado absurdamente sobre las
razones de la felicidad de los futuros tíos, solo comentar de
corazón que disfruten y cuiden de su sobrinos con alegría.
Bien sea
por una cosa u otra, lo importante es la felicidad, y si somos capaces
de transmitir la felicidad a los demás mejor que mejor.
Para concluir queridos míos decir que se lleven
bien con su familia aúnan con fuerza los lazos que los unen, da igual
que sean primos, hermanos o tiosabuelos
El consejo para esta semana es : Compañerismo
Quisiera dar las gracias
por su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Y al igual que en
otras semanas invitar a todo aquel que tenga un tema en mente y
quiera que se destroce aquí, que me lo haga saber.
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