martes, 28 de enero de 2014

ESTUDIO Y MALOS HÁBITOS

Dado que mis últimas circunstancias han cambiado considerablemente, me muevo con mayor frecuencia por diferentes zonas habilitadas  para el desarrollo del intelecto y en pro del aprendizaje.
 Toda persona que ha realizado estudios superiores o está al tanto de lo que acontece alrededor de éste mundo sabrá que se están atravesando ciertos días convulsos, la época de exámenes, siempre tan temida, se encuentra  desatando toda su furia incompasiva sobre los lomos de los estudiantes.
Ahora es cuando nuestro cerebro demuestra su verdadera valía y nos hace una pequeña demostración de lo que es capaz.
 Pese a que lo pasemos mal, al igual que sucede con otra parte del cuerpo, cuando es entrenada debidamente aumenta su efectividad y calidad.
Pero cuando uno pasea por diferentes bibliotecas se da cuenta de que a todo este esfuerzo en busca de algo positivo, le merodean una serie de factores enormemente negativos y perjudiciales.
 Se produce una lucha encarnizada contra el sueño,( el descanso vital de nuestro cuerpo “nos la trae al pairo”), tenemos una batalla y hay que ganarla sea como sea.
Los cafés se cuentan a cientos y ciertas salas de estudio tienen ya un aroma más próximo a una cafetería que a cualquier otro lado relacionado con el estudio.
 Al igual que aumenta exponencialmente el consumo de bebidas estimulantes disminuye el consumo de alimentos verdaderamente sanos.
El estrés, las prisas y demás, decantan a los sufridores estudiantes por una alimentación basada en la escasez y en la comida rápida,  factores que unidos todos son una bomba de relojería para nuestro organismo.
Antes de acabar quería comentar ciertos hábitos ya típicos en personas que tienen que pasar bastante tiempo sentadas. Cuando unos lleva cierta cantidad de horas frente a la mesa, el cansancio hace mella y fuerza a nuestro cuerpo a adoptar extrañas posturas  de las que nuestra espalda dará buena cuenta  con aparición de dolor en días posteriores.
Por último, quisiera acabar hablando a cerca de una serie de personas, las cuales me despiertan gran simpatía. Todos aquellos que, tras estar hartos de estar sentados en una silla en la biblioteca, la abandonany  se sientan en la puerta en el suelo y siguen estudiando.
Bueno señores, mucha calma, cuídense, cómanme bien y cuiden su cuerpo; no es menester tanto estrés.
Lo dicho, ¡Ánimo y fuerza! que en menos  de que nos demos cuenta, estaremos otra vez liados con los de junio.




El consejo para esta semana es: Piensa dos veces














Quisiera dar las gracias por su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Y al igual que en otras semanas invitar a todo aquel que tenga un tema en mente y quiera que se destroce aquí, que me lo haga saber.

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