martes, 15 de abril de 2014

TAREAS VERSUS FIESTA



Como eternos estudiantes que la sociedad nos obliga a ser, cuando llegan las semanas previas a un periodo vacacional nuestro cuerpo vibra de especial manera deseando que lleguen esos días para festejar y dar descanso a nuestro atormentado cuerpo. 
Pero una extraña conjunción de las galaxias hacen que a nuestros mentores les entre a todos a la vez el mismo pánico. “¿ Y si no se lo pasan bien en vacaciones?” “no puedo dar lugar a que se aburran”. 
Esto, unido a que la falta de practica lleva al fracaso, hacen un exquisito cocktail de tareas para el periodo vacacional. 
Da igual la edad y el curso, el capazo de tareas será un lastre más que añadir a nuestra maleta.

Una vez visto que nuestro calendario no tendrá tanta fiesta y relajación como pensábamos, las cabales empiezan a rondan nuestra cabeza en busca de la solución ideal. 
Y así, con el mosqueo por tan numerosos objetivos académicos que cumplir en las vacaciones, llegamos al ansiado periodo que nuestro cuerpo reclamaba hace tiempo. 
Cosa mala esta última, ya que hay que disfrutar de todo y no pararse sólo en los aspectos negativos.
 Claro está que las fiestas sin tareas son más fiestas, pero una tarea sin fiestas es mucho peor.

Ante nosotros, tenemos un largo camino, parece que son numerosos días de “asueto” los que tenemos por delante. Por lo que, al principio, es fácil que nos relajemos en lo que a las actividades académicas se refiere, con lo que empezaremos a centrar nuestra vida en pos del festejo. Pero cuando menos nos demos cuenta veremos el fin de las vacaciones a la vuelta de la esquina y con todo aún por hacer, es aquí cuando vendrán las lamentaciones y disgustos. 
Tendremos que apretar el culo y enclavijar los dientes para arreglar un poco el estropicio que llevamos hasta ahora.

No quisiera poner una nota pesimista a todo esto ni ser el “pitufo gruñón”, pero lo cierto y verdad es que combinar la diversión, hacer gran número de tareas académicas es alto complicado. Si bien puede pasar una pequeña descompensación el tiempo que dedicamos a cada tarea como hemos indicado anteriormente. 
Pero otro caso que nos podemos encontrar es que nunca estemos conformes y agusto.
 Este caso posiblemente sea el más angustioso y paso a describir: Sabemos que tenemos muchas obligaciones y mucha fiesta, pero esta vez la responsabilidad nos llama y decidimos no salir, pero el problema viene cuando estamos inmiscuidos en el estudio, nuestra cabeza nos abandona queriendo irse de fiesta y el demonio interior nos dice cosas como “si esto no es tanto ..” “podías haberte ido de fiesta...”, total que nos festejamos y no nos concentramos en el estudio,”una maravilla”. Caso parecido puede pasar al revés que nos marchemos de fiesta y la conciencia nos putee durante todo el rato. 
La cosa es no estar a gusto en ningún lado.

Bueno pues si la cosa se nos presenta así echémosle bemoles que con más o menos sufrimiento seguro que conseguimos festejar y hacer las tareas.















El consejo para esta semana es : Cabeza.














Y al igual que en otras semanas dar las gracias a Elena Rodríguez Pérez por su colaboración e invitar a todo aquel que tenga un tema en mente y quiera que se destroce aquí, que me lo haga saber.

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