Como mola salir de
fiesta, estar de parranda con los colegas es de lo mejor que hay.
Cuando uno está en esas situaciones se siente en la gloria, se cree
capitán del mundo sin miedo a nada y cree que todo lo puede.
Pero
hay que tener actitud y hacer las cosas de verdad, hay que
esforzarse, por que para dejar las cosas a medías más vale no
ponerse.
Una verdadera noche de fiesta ha de acabar con vacíos en la
memoria, lo cual, sin lugar a dudas, es una muestra de que la noche
anterior ha sido magnifica.
El encontrarnos en nuestro cuerpo restos
de algo desconocido, en el fondo nos alegra el alma, no hay que tener
miedo a nada, nos tienen que tener miedo a nosotros.
Salir de fiesta es una
cosa que sólo cuando es algo con extremada cautela está bien. Ya que
nos da la posibilidad de encontrarnos con nuestros amigos.
Pero
debemos
tener gran cautela, es preferible tener una noche aburrida, a consumir
la mínima cantidad de alcohol, ya que se empieza con una
cerveza y un cigarro y se acaba en la cárcel.
Salir de fiesta debe
ser sinónimo de desfase, no debemos poner límites a nuestras
actuaciones si deseamos algo lo hacemos y ya esta. Lo que puedan
decir o pensar los otros nos tienen que dar igual. Cuando abramos el
ojo por la mañana, tenemos que tener la sensación de que no hemos
dejado ninguna bala en el cargador.
La
juventud de hoy en día da asco, lo único que saben es beber como
grajos y eso es realmente triste, están echando su vida a perder y
pronto se verán todos inmersos en el mundo de la droga y la
perdición.
Estoy hasta los
mismísimos de aquellas personas que se ríen de mí y al día
siguiente, ellos son unos perdedores y no saben disfrutar de la vida.
¿Qué tiene de malo que me meta un par de rayas y me tome una botella
de whisky?
Estos
delincuentes de la moral y de lo correcto merecen nuestro más
profundo rechazo, la marginación es lo único que se han ganado, una
vida de depravación y malos vicios cada vez más difundida y en la
sociedad.
Dicho descontrol muchas veces aceptado por sus padres, los cuáles no se dan cuenta la cantidad de estiércol que están
vertiendo a este nuestro mundo.
Mi conclusión final
es que cuando se sale de fiesta hay que dejarlo todo hecho un solar, tener
sexo con quien sea y si hay que drogarse uno se droga. La vida son
cuatro días y demasiado mal estamos cuando no salimos de fiesta.
Para finalizar, quisiera
decir que debemos tener una mano de hierro y ser inflexibles con
aquellas personas cuya educación depende de nosotros.
Por otro lado, el gobierno debería actuar fuertemente, ya que prácticamente todos
los jóvenes son unos drogadictos y unos delincuentes.
Salir de fiesta sí, pero con extrema cautela.
NI TANTO NI TAN CALVO, EN
LA MESURA ESTÁ LA SENSATEZ.
El consejo para esta semana es : No quieras ver
donde no hay.
Y al igual que en otras semanas dar las gracias a
Elena Rodríguez Pérez por su colaboración e invitar a todo aquel
que tenga un tema en mente y quiera que se destroce aquí, que me lo
haga saber.
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