Me llama la atención de
especial manera que siempre que algún perturbado comete alguna
atrocidad, sale algún vecino del elemento en cuestión diciendo que
le sorprende esa forma de actuar. Válgame un pijo, pues mucho
conocías tu al tío, por dos veces que te lo cruzaste en la
escalera, ya con eso tu prodigiosa mente es capaz de hacer un
análisis psicológico perfecto. pues mucho que conocías tu al tío,
por dos veces que te lo cruzaste en la escalera, ya con eso tu
prodigiosa mente es capaz de hacer un análisis psicológico
perfecto.
Todos en el mundo tenemos
un pequeño psicoanalista en nuestro interior. Nos gusta analizar a
las personas y casi siempre sacar conclusiones precipitadas. Somos
una sociedad muy de primera impresión y si de la primera batalla
visual sales ileso ya tienes mucho ganado.
La cosa empieza a coger
tonalidades tizne cuando caemos en la cuenta, que no se trata del
vecino psicópata del segundo en el que se centra nuestro
desconocimiento en personas que teóricamente conocemos a la
perfección.
Vivimos a “pijo sacao”
y como dice un compinche mio “vamos to lijaos” , entonces claro
cuando una cuadrilla de colegas tienen tiempo de reunirse apenas hay
oportunidad de ponerse al dia o contar sufrimientos, entonces ¿qué
es lo más común? pues ponerse a beber cuál si no hubiese un
mañana, y ya si eso en el transcurso de la conversación y con
varios hectolitros de alcohol en nuestro cuerpo si surge la
conversación...
Es de peón caminero,
pensar que uno va a ir contando por ahí a lo loco sus amarguras y
penas cual si el mundo fuese un pañuelo para aliviar sus penas. Pero
las cosas más mundanas e incluso las cosas medianamente buenas nos
las callamos. Somos los ultras de las noticias o se cuentan
auténticas desgracias o noticias de alegría infinita, mientras
tanto alegría y cubatas.
Por otro lado y pensando
que no todo el mundo está poseído por el demonio de la insensatez,
me llevan a dilucidar que aparte de estar empapados en etanol, son
otros motivos los que pueden conducir hacia una conducta más íntima.
Muchas veces una prudencia desmedida es la que nos lleva a
comportarnos así. Como Técnico agrícola pondré un ejemplo
relacionado con el tema para ilustrar: Como Técnico agrícola podre
un ejemplo relacionado el tema para ilustrar:
Pues resulta que me
hago con un terrenico , y como no quiero levantar envidias (tal vez
piense que todos el mundos es igual de malo que yo), no digo nada a
nadie. A eso que la tierra no se va a tener parà y decido comprar
para sembrar patatas, entusiasmado riego la plantación en
cantidad y tiempos adecuados y poco a poco veo crecer la planta. Ni
tan siquiera entonces a los más cercanos les emito mi alegría. Para
la recolección me veo negro ya que la cantidad de patatas es enorme,
pero decido seguir en mis trece de ocultar todo, esa recolección si
pocas me cuesta un disgusto. Ya he cogido la cosecha y tras vender el
producto en la cooperativa decido invitar a una fiesta a mi
compañeros con el dinero obtenido. ¡¡¡ Serán malajes que todavía
van y se mosquean conmigo, porque no les he dicho nada!!!, encima que
les invito... una y no más Santo Tomás.
El consejo de la semana
es : Toma fruta.
Queridos lectores hacer el favor de sugerirme temas
que mi cerebro tampoco está para muchos trotes.
Ah y dar las gracias a Rocio Rodriguez , pese a su
maldad y a que no respete los 10 lectores que de media leen este blog
semanalmente.
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