martes, 28 de octubre de 2014

GRACIOSO

Resulta que cuando   yo me expreso me gusta utilizar la creatividad y salirme de la norma. 
Como ejemplo para indicar que algo se encuentra en abundancia utilizo medidas no regladas como el capazo,  por lo que ciertas personas me tachan de gracioso, pues señores míos, ¡Se me escapa al entender.
El capazo es una unidad de medida igual de respetable, tal vez, lo que suceda es que la gente está ensimismada en la seriedad y que cualquier cosa que se salga un poco de los cánones habituales les despierta una sonrisa
Analógicamente a esto caigo en que eso puede ser la razón de que pocas cosas me resulten realmente graciosas, es lo que tiene estar familiarizado con el disparate.

Como suele pasar con las mayoría de las virtudes es difícil de cuantificar. ¿Qué tiene que hacer una persona para ser gracioso?
Luego, cada uno tiene un tipo de humor diferente, así que si era poco difícil realizar la clasificación ahora aumenta la diversión. Lo que a uno le resulta gracioso a otro le puede resultar una tontuna máxima , luego el tema del humor nos presenta un bonito abanico de posibilidades, que si humor infantil, humor negro... Bueno,  tontás al fin y al cabo.

Así analizando mis pensamientos llego a una idea de curiosidad media, el ser gracioso es una arma de doble filo y necesita de cierta habilidad para no ir a diestro y siniestro realizando gracietas, ya que la metedura de pata se puede convertir en un habitual y la etiqueta despectiva de payaso se podrá colocar con excesiva facilidad.

Señores, varíen sus costumbres y abrácense de vez en cuando al cachondeo.






El consejo de la semana es : Conciencia social






Agradecer su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Hasta el próximo martes.

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