Pido
perdón por haberme vendido al convencionalismo y hablar en está
época de un tema tan candente como la
playa.
Cientos y cientos de
médicos hablan de las bondades de la playa, que si el yodo del agua
fuera más bueno que todas las cosas para las heridas, que si la
vitamina que nos aporta el sol es muy necesaria... pero nadie dice lo
que realmente sucede ahí.
A dios gracias que el gurú está aquí con luz y
taquígrafos para contar la verdad sobre el asunto.
Para empezar, la playa
está llena de arena, a priori, una perogrullada sin importancia,
muchos pueden estar lanzando el grito al cielo ya que tal factor les
encanta, señores míos ¿Cuántos de ustedes tienen su casa llena de
arena? Si la respuesta es afirmativa sólo les diré una cosa más ¡Marranos!
Ciertas ventajas si que
tiene la playa, para aprender sobre biodiversidad viene ni que
pintado, ni el mejor documental de La 2 saca especímenes tan raros y
diferentes.
Para que no os pille de susto en vuestra normal visita
semanal a este lugar haré un pequeño resumen.
-Gente no odiosa
-Gente odiosa
Como os anuncié el
resumen iba a ser breve, la playa tiene una gran virtud, que al ser un
espacio abierto se pueden hacer diversidad cosas:
Observar el
“paisaje”, alimentación de melanomas de piel, practicar deporte
, volver a observar “el paisaje”, beber, bañarte y ya antes de
venirte observar el paisaje.
Ya en serio, que gana tenia de que empezarse a aparecer el frío, las castañas ya están
preparadas y las ascuas a punto.
El invierno en teoría es una época
que no incita a la reunión ¡Estáis muy equivocados! No me sean
cazurros reúnanse junto al fuego y unas buenas migas que así se encauza mucho la
sensatez.
Feliz baño
El consejo de la semana
es : Hay que hacer lo que hay que hacer.
Agradecer
su colaboración a Elena Rodríguez Pérez. Hasta el próximo martes.
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