lunes, 9 de marzo de 2015

DESAYUNO

No son ni una ni dos las zangalitronas de nuestros días que le dan veinte mil vueltas al asunto para salir de casa sin catar ni bocado, si esto lo unimos a la afición de muchas de ellas por llegar a caber en una carpeta, nos encontramos ante una insensatez de libro.

Una sociedad tan cosmopolita como la nuestra donde la palabra destrucción se encuentra cada vez con más asiduidad en los menús de restaurantes, somos incapaces de adaptar desayunos de otras culturas en caso de que el local nos haga mal cuerpo. Que no me sientan bien los lácteos ,  voy a desayunar alguna pieza de fruta, un zumo natural etc etc ; habrase visto tal bravuconada, con lo sencillo que es salir ligerico de buena mañana y si eso a mitad de mañana cuando me fume el cigarrillo medio sándwich me puede hacer un apaño; aunque la pega es que eso ya me quita el apetito a la hora de comer.

Se nota que somos una sociedad altamente competitiva porque cuando nos ponemos a ser tontos no hay quien nos gane. Así que no me seas merluzo y desayuna que luego te da un vaido y ya tenemos los disgustos, que para adelgazar y tener tipín hay muchas maneras mejores que privarse de una comida vital.


La conclusión es fácil : Desayuna los alimentos que puedas tomar y que te sienten bien; pero eso sí siempre con cabeza que hay mucho zagal capaz de engullir 50 tostadas en el desayuno y luego echarle la culpa al gurú; no hombre no.











Consejo de la semana: A veces la culpa no es de otro.












Dar las gracias a Rocío Pérez por su colaboración. Nos vemos el próximo martes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario