martes, 7 de abril de 2015

LOS ESTUCHES

Aunque muchos lo tomen como un mero objeto para trasportar lápices y demás utensilios, la mirada de un ojo experto saca mucha más información.
La moda, como no, siempre presente en nuestras vidas no iba a ser menos en esta ocasión. Hace prácticamente eones que los estuches de chapa tuvieron su auge, aunque algún que otro rebelde de los paradigmas de la actualidad se resista a sacar este estuche de su mochila.
Los estuches de tela son hoy en día lo que más adeptos del mundo estudiantil tienen por su comodidad, capacidad y sigilosidad han hecho que tenga gran números de fieles.
En mi época, unos años de rebeldía y de pelos “al cazo” los estuches de tela mostraban también el índice de popularidad. Como he dicho los mi generación teníamos la rebeldía por bandera y que acto más rebelde que expresar tu amistad mediante corrector líquido, con tu firma en el estuche del compañero. La regla sencilla y similar a la de las escayolas, si hay cientos de firmas es que tu popularidad ostentaba gran salud, si por el contrario lucía de manera impoluta, dos eran las posibles causas, la amistad no era el fuerte del portador del estuche o bien este  tenía tal rigurosidad que no permitía que sus utensilios no estuviesen impolutos.
Yo como gurú estoy a favor de la impolutividad de los estuches, por un lado hace insignia de elegancia  y por otro quita alguna posible razón de marginación, si los zagales ya de por si  son de ámbito maligno y no necesitan muchos caminos para regoldar, si les quitamos algún motivos para desarrollar el mal mejor que mejor.
Como conclusión dejarse de tonterías los estuches son para trasportar corticoles, lo importante es el fin: estudiar.




Consejo de la semana: No seas avaro con tu tiempo





Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez por su colaboración.  Nos vemos el próximo martes

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