martes, 8 de septiembre de 2015

EL SABER “CONSERVA” “AMIGOS”.

Yo puede que sea un pelín estrambótico no lo voy a negar, soy de esas personas que de vez en cuando le gusta saber algo de sus amigos. Lo sé, hay cosas muy raras pero solo por eso no merezco que os riáis de mí.

El otro día manteniendo una conversación con un colega, le pregunté por un tercero al que tenemos como amigo en común, su respuesta fue muy divertida: “Tiene el ordenador bien”; ¿Cómo? Pregunte extrañado ¿Cómo?; sí, que como solo me llama cuando se le rompen el ordenador y hace mucho que no me llama supongo que tiene el ordenador bien.


Parece que no, pero un wasap de un tío surfeando y un ¿Cómo va todo?, suelen favorecer la no pérdida de contacto.


Saber mucho de todos y tener una agenda grande de contactos es una verdadera maravilla, raro es el día que no aparece alguien con “una tripa rota”, y si no lo soluciono a la primera con medio telefonazo lo dejo todo arreglado en un periquete.


Tener un concomiendo rico y variado es bueno, nunca sabe uno si en una noche de farra va tener que hablar sobre gato de Schrödinger o sobre seguridad en los invernaderos de pimientos, cosas como estas te ayudan a sociabilizarte de mala manera, lo que yo no tengo tan claro es que saber cosas conserve amigos.


Como conclusión: Algún “licenciado” pensará que estoy diciendo que los amigos no te pueden pedir un favor o que le saques de un problema, pero cuando solo ves a una persona de problema en problema, lo mismo... o lo mismo no... pero lo mismo hay que formularse alguna pregunta.







Mantén limpia la habitación.









Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez por la corrección. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes

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