martes, 27 de octubre de 2015

CALDO CALIENTE

Parece que los estudios de la O.M.S. se han aliado para conseguir hacerme más fácil hablar de este tema. Para el que le haya pillado la noticia cogiendo guiscanos, comentarle que al parecer el consumo de carne procesada puede producir cáncer. Ahora la falta de originalidad de los señores “periolistos” les hace recomendar dietas equilibradas y demás, a buenas horas mangas verdes.

Para el que pille nuestro programa a medias, comentarle que yo soy muy de frío y de brasero, el frío es curativo y pone las carnes tensas. Pese a que aún se puede ir cómodo por la calle, ya se vislumbran los primeros avisos de que la temporada de manta y cosas calientes está a la vuelta de la esquina.

Dime tu que unos de estos días que yo adoro te vas al monte a vete tu saber qué, pero la cosa es que te vas, a la vuelta después de una buena ducha te metes entre pecho y espalda un señor caldo caliente y te echas una siesta, ya puede caer la bomba nuclear que de tu estado relajativo-vegetativo no te saca ni Dios.

 El que frecuentemente haya leído este blog se habrá coscado que las cosas de tradición y medianamente sanas me llaman bastante, y no se a vosotros, pero a mí un buen caldo de pollo, por ejemplo, me parece bastante tradicional a la par que excelsamente rico y nutritivo. Y si ya lo miramos desde el punto de vista de la salud, me dirás que no tiene aporte de valor importante en éste aspecto, y por no hablar de las diferentes posibilidades que éste alberga: ¿que no te gusta el pollo? pues por ejemplo de verduras ¡será por modalidades! Así que ya lo sabes, déjate tanta tontuna del burguer y alimenta tú cuerpo y espíritu con tradición y salud.










Disfruta de una buena película.











Dar las gracias a Rocío Rodríguez Pérez por la corrección. No sed tontos y proponed algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes

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