El señor Edward
Aloysius Murphy, durante mediados del siglo pasado hizo cierto postulado
al respecto a las ocasiones que, cual si alguien manipulase los títeres
del destino y con una mente macabra idease las más inverosímiles historias por
las que debemos pasar, desafiando a veces a la lógica y a la sensatez, nos suceden.
Ya lo decía el bueno
de Rubén Blades en el estribillo de su famosísimo Pedro Navaja “La vida te da
sorpresas, sorpresas te da la vida”. Casualidades, sorpresas, ironías,
llamémosle X. La cosa es que a lo largo de nuestra vida, diversas son las
situaciones que nos hacen reflexionar y plantearnos que la lógica y la estadística aprendida en el
colegio, es una mera patraña para tener a los niños ocupados.
A veces el señor
que
maneja las cartas del destino reparte una mano de naipes verdaderamente
extraña, dando situaciones de lo más desternillantes como gatos y perros
que son súper
amigos. Otras veces el crupier simplemente
busca sacarnos de nuestras casillas y todo lo raro que nos pueda
suceder, sucede. Que no llevas móvil, pues ese día se te estropea el
automóvil; que te
fugas del curro, ¿adivina a quién te encuentras?; que conviertes a tu
pareja en
portador de cornamenta, tranquilo que con mucho que te escodas, alguien
te ve (aunque
en este caso la culpa es más propia que del destino). Así podríamos ir
numerando infinidad de casos donde el señor repartidor de cartas se ha
reído y
divertido a nuestra costa. Otras veces simplemente la casualidad se
convierte
en fatalidad, en estos momentos solo queda tragar saliva y tirar de
sensatez.
Como conclusión final
decir que hay que tener, humor, calma y sensatez para jugar con la mayor
corrección las cartas del destino.
El consejo de la semana: fidelidad (a ti, a tus amigos, a tus principios, a tu pareja, a tu familia…).
Dar las gracias a Rocío Rodríguez
Pérez por su colaboración y por proponer el tema. No ser tontos y proponer
algún tema vosotros también. Nos vemos el próximo martes.
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